domingo, 26 de octubre de 2008

Nota póstuma de un piano

El silencio se convierte en motas,
En violentos ecos de siglos pasados.
Remotamente mi cuerpo
Sostiene su vieja esencia,
Misma que se disfraza y se adorna,
Hermosa en principio,
Lenta y pausada por el tiempo,
Rota en la guerra….

Mi canto no se oirá más,
Solo el lamento sordo del polvo
Agazapado sobre mi voz,
Y el violento rastro de las manos inconformes,
Desesperadas e ignorantes
Que ahogaron todo resabio de belleza.

Sombras veo a través de mi piel,
Borrosos resabios de luz que me confunden,
Me vuelven inconforme del silencio,
De mi sumisión… de mi rezago…
Todo en cuanto a mi fantasmal visión,
Será por siempre una fotografía abandonada,
Una expresión de redundante tristeza olvidada…

En tiempo caeré,
Pedazos de ruido serán mi legado,
Antiguas melodías mi fiesta en la muerte.
Me destruiré con mi último grito
Y nadie escuchará más
Mi desolación y cansancio…
El viento se llevará mi huésped de hojarasca,
Mis astillas se separarán y se unirán a él…

viernes, 17 de octubre de 2008

Quiero ver

Quiero ver tus manos
Sosteniendo letras, estrellas fugaces,
Ideas y sueños melancólicos,
Donde el fin es el horizonte lleno de niebla,
Y tus uñas fieras pezuñas de caballos,
Corriendo al compás de las ideas.

Quiero ver tus dedos
Acariciando una taza de licor de mañana,
Para que tu piel se erice
Y al fin se vuelva una con las hojas de papel.

Quiero ver en tus labios dulces migajas,
Rastro de vida circundante,
De momentos silenciosos y tibios,
Para que tus uñas se claven en la inmensidad del papel,
Para que tu alma viaje de ida y vuelta en las pisadas,
Las huellas en la blancura del lienzo.

Quiero y ansío ver como caminas,
Como corres en ese mar
En el que las olas son palabras que van y vienen
De la cabeza a las hojas y de las hojas
De vuelta a las teclas, a las manos, a la cabeza.

PARA ALGUIEN

Quisiera que pudieras reconocerme,
En este atuendo de engaños
De peticiones no hechas,
De regalos reprimidos.

En una nube de confusión estás,
Tu identidad se borra con preguntas,
Se tornan en sed tus labios.

Sábanas, capas,
Nómbralo tú.
Camina por mi espalda,
Hazme olvidar lo que divide,
Lo que define.

domingo, 8 de junio de 2008

Angel Azul

Ahora estás aquí,
Ángel azul,
Atravesando paredes y demoliendo distancias,
Insultando las leyes terrenales,
Presente como siempre,
Joven y sabio.

Ahora estás aquí,
Ángel azul,
Porque es de noche y los ancianos duermen.
Construyes la nueva dimensión
En la que los gritos de los libres no se oyen,
Pues si se oyeran,
Ensordecerían al mundo enseguida,
Pero valdría la pena.

Ahora que estás aquí,
Mi piel desaparece…
Solo existe el satín que nos deja jugar,
Traspasar la barrera del tiempo y el espacio.

Ángel azul,
Nuestros ojos se encuentran en una inmensidad
Donde nada existe.
Solo dos fantasmas que se entrelazan
Hasta volverse uno y explotar.

Ni un recuerdo queda,
Y la distancia de nuevo es infinita.
Los límites mundanos nos encadenan,
Pero tú jamás te vas de mis deseos.

Si tan solo la noche fuera eterna,
Me quitaría este abrigo pesado para ir contigo,
Ya no sabría nada de lo terrenal.
Solo besaría los labios azules y transparentes
Del ángel que se va cada madrugada.

viernes, 9 de mayo de 2008

El espejo roto

Fallecí hace una hora…
De a poco mis manos tientan el vacío,
Buscan lo que han buscado en vida.
Mis ojos encuentran el espejo roto…
Sin mi reflejo esta vez.
Quisiera tener miedo.
Sería menos desesperante que la nada.

Sentiría al menos impotencia
Al ver mi cuerpo destrozado
Y mi mirada fija en el cielo gris
Que me devuelve lágrimas
Y se lleva mi sangre.

Sentiría tristeza por el hombre,
Apenas conciente de su locura
De que no puede reconstruir la vida
Que ha roto en añicos.

Sentiría al menos dolor…
Y así estaría viva.

Sentiría mi carne y evitaría la pena
De que mis padres vieran mi cuerpo lleno de mis propios reflejos
En estrellas antes protectoras
De mi verdugo accidental.

Sentiría el ruido en mis oídos,
Los gritos de los niños…
La sirena… el altavoz…
El llanto… las esposas…

Sentiría el brillo de la luz absorbente,
Llamándome para que rinda cuentas,
Reclamando que se hace tarde.
¿No se suponía que aquí no existiría el tiempo y el deber?

Sentiría mis labios…
Podría decir: “te amo”
En respuesta a un beso tibio,
Con único testigo
Al espejo roto sin mi reflejo,
Sin el de mi tierno amante,
Pues ya no veo nada.

LINEAS VACIAS

Ya no recuerdo el día que desperté en este abismo
Con sus paredes tapizadas de papeles y huellas,
Todo forjado en un pasado que me parece ajeno
Y unos pensamientos olvidados.

Quieta y observando la interminable pared
Trato de descifrar el código para salir de aquí,
Se que lo dejé en alguna parte ¡Mezclado!
Acerco las manos y el papel se hunde tanto…
¡Tanto como me hundo yo!

No conozco este lugar y estas letras no me pertenecen
¿Por qué las recuerdo como mías?
No recuerdo mi alma perdida en esas palabras húmedas,
Tristes y centelleantes escritas detrás de una máscara.

Esa máscara brillante y delgada se adhiere a mi piel,
Corta su respiración y la maneja cual marioneta.

¡Máscara bienhechora, quédate con mi piel!
No tengo fuerzas para moverla más…
Absorbe mis pensamientos lascivos y ociosos,
No dejes nada de mí ser…
¡Nada porque no soy lo que ves!

La vida es como las líneas vacías de la pared,
Envuelta en cicatrices y procesos mecánicos estúpidos,
Quehaceres infelices y apariencias.

¿Qué quieren decirme mis líneas vacías?
¿He de contemplarlas en la eternidad?
Mis huesos desnudos salvarán su última pelea
Contra un enemigo de papel,
Una máscara reflejada en la luz azul del exterior.

LA POESIA BUSCA

La poesía busca un oído a quien hablarle,
Uno que no esté sordo por el ruido,
Ni sucio con la contaminación noticiosa.

Ella busca en la tierra unos pasos para capturar,
Pues sus pies están hambrientos de conocimiento.
Los busca en el concreto y los ve faltantes de naturaleza,
Los busca en la naturaleza y los encuentra completos de lodo.

La poesía busca una nariz para oler el mundo,
Una que pueda decirle fielmente si el vino es vino,
O si es sangre de esclavos que mueren en el anonimato
Para beneplácito de los embotelladores de almas…
Una nariz que no esté llena de mocos,
De remordimientos por olores melancólicos,
Pecaminosos o groseros.

Ella busca unos ojos a través de los cuales ver,
Que no estén llenos de telarañas lacrimosas.
Unos que tengan ganas de ver con y sin lentes de colores,
Que aprecien el árbol o la hierba,
Y también la hiel y las espinas.

La poesía tiende a querer un par de manos cualquiera…
Ellas podrían sostenerla en la muerte…
Pues no ha encontrado lo que necesita para seguir existiendo.